sábado, 27 de febrero de 2010

...Terremoto en Chile...

Me fui a dormir tarde esa noche, con cansadores planes para el día siguiente. Visitas familiares, paseos, sonrisas, el recuerdo del día vivido en mi sueño... Media hora después desperté... La tierra se movía... Agradecí que nada hubiese pasado, pidiendo a la vez que nada más pasara... Llamadas telefónicas, réplicas, más llamadas... La luz que vuelve de pronto... una noche sin sueño... mas yo estaba bien, y mi familia también...
Lástima que no fue para todos así...
Cifra de muertos que empezó con 1 motorista, aumentó a cinco, a doscientos, a una cifra indefinida que sigue creciendo...
El movimiento sigue esporádico, suave en comparación, como recordándonos el poder de la naturaleza...
Llanto... desesperación...
Mucha gente que, como yo, se fue a dormir pensando en el día siguiente...
Pero sus caminos fueron desviados...
Gente que no tiene a donde ir...
Personas lejos de su hogar...

El sismo principal duró dos minutos...

...Los daños, las vidas arrebatadas, pueden durar cien años.

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